Salir con las maletas ¡Sí funciona!

Salir con las maletas sí funciona… ¡Y funciona muy bien!

Así es mis queridos lectores, como dice el título de este post, es característico en mí cada año nuevo, no puede faltar una maleta para que en los primeros segundos del año, salga corriendo cual veloz antílope a dar la vuelta fuera de la casa y así poder ser recompensado saliendo de viaje. Y así es mis queridos lectores, hacer esta serie de “eventos” si funciona. ¡Ah! Debo aclarar que el amuleto (la maleta) debe estar debidamente preparado con todos los ingredientes necesarios para que sean viajes exitosos. Ja ja ;) pero eso… es otra historia.

Escribo este breve mensaje desde las tierras potosinas para contarles que hago. Acompañé (o… ¿me les pegué?) a mis dos mejores amigos a cumplir con una visita que prometieron hace tiempo por motivos personales a Real de Catorce. Además me prometieron que este viaje iba a ser algo así como la ruta del sabor, en los lugares más exquisitos que conocen y do not miss (no te lo puedes perder). Me pregunto si será además de sabor de Kg extras, porque el gimnasio me espera.

En fin, son las 6:03 AM, yo ya estoy bañadito y vestidito para comenzar el día, veamos que tal pinta el día

Desde tierras potosinas, reportó para usted. Daniel

Día 1

:( me quedé sin crédito

Salimos como estaba programado a las 7:00 AM en punto rumbo a Real de Catorce, un poblado a unos 300 Km. de San Luis Potosí. El camino fue ameno, pues fuimos platicando y echando relajo. Hicimos unas 4 horas de camino… por lo menos 2 hrs. fueron por el camino empedrado y de subida al cerro.

Una vez arribados al dichoso pueblo, acompañé a mis amigos a cumplir con su visita, fue una visita extraordinaria, lamentablemente no llevé cámaras y no pude tomar fotografías para mostrarles. Por motivos de tiempo, no hicimos nada más, pero los naturales de la región, ofrecen un viaje a caballo alrededor del pueblo por un cementerio y un pueblo fantasma… ¡Tendré que regresar a vivir esa experiencia!. Así pues mis queridos amigos, decidimos recibir los alimentos allí mismo en un restaurante llamado fonda de la abundancia ¡Oh! Si su nombre lo dice. Si no, sólo bastaba con ver el plato de chilaquiles que sirvieron.

Mas tarde y después de otras cuatro horas de camino, llegamos nuevamente a San Luis Potosí. Brenda, nuestra anfitriona, nos llevó a conocer el centro. Un lugar muy lindo y con unas catedrales impresionantes. ¿quién dijo que el viaje no podría ser perfecto? Mientras caminábamos por la plaza vi un letrero verde con la leyenda “Abrazos Gratis” sin pensarlo dos veces me acerqué.


En fin, mas noche nos recibieron con “tacos joven” característicos potosinos.. muy sabrosos.

No me puedo quejar, el viaje hasta ahora ha ido genial. Comparto momentos muy emotivos y especiales con personas que aprecio.
Reportó para usted, Daniel